Esperando al tren...

¿Por qué me persigues?
Me he dado cuenta de que siempre habrá algo que me recuerde a ti. Una canción, una imagen, una simple palabra...
No puedes hacer eso. No puedes estar aquí siempre, luego irte durante demasiado tiempo y de repente volver, como si fueras dueño y señor del lugar, y esperar que todo siga igual que cuando te fuiste, que sigamos teniendo la misma amistad, o que sigamos sintiendo lo mismo después de un año sin hablar...
¿Y sabes lo más penoso? Que siempre tienes razón. Y que yo también la tengo al saber que volverás a irte, y me volverás a dejar sola. Yo contra el mundo... Y en el fondo no me va tan mal ¿Sabes? Todo río volverá a su cauce, aunque cuando tu vuelvas se desborde y cuando te  vallas no sea más que un simple riachuelo. Pero ten clara una cosa, al igual que yo la he aceptado.
Siempre que vuelvas, te recogeré con los brazos abiertos. Curaré tus heridas y te escucharé, pero en el momento en que te vallas, no esperes que siga ahí hasta que no vuelvas de nuevo conmigo.
No pienso seguir esperando un tren que puede que nunca llegue.