Noche a noche

Y ya las ganas se van calmando, el dolor comienza a ser parte del día a día, y tanto la mirada al cielo como al suelo, se convierten en algo habitual.
Mi corazón de nuevo, corta.
Mis manos, de nuevo, se alejan del calor ajeno.
Mi mente, trata de huir a lugares lejanos. Pero siempre apareces tú.
Esa sensación de vacío, la necesidad de huir, de no poder mirar hacia delante...

¿Cuándo llegará mañana?

Extraño lo que un día fuimos, y me duele ver lo que hoy en día somos...

Señor de mi Marea...

Quédate hasta el día que lluevan pianos, quédate.
Hasta que yo dé mi brazo a retorcer,
y fóllame como si ésta noche me fuera a comer las estrellas una a una.
Quédate, jugará tu corazón al esconder, con el mío, en la basura.

Viaje a Roma sin retorno

Un billete a Roma y nos vamos volando de la mano, en un avión sin retorno.
Sin soltarnos la mano, sin olvidarnos las mañanas en el bolsillo, corremos a la habitación, donde dos corazones desgastados ahogan sus penas entre calor y sudor.
Luego salimos y, vestidos con nuestros naturales trajes, recorremos la ciudad, sin olvidar que bajo la ropa, seguimos desnudos.
Roma. De noche. Mil luces. Mil espectadores. Mil pestañas. Mil besos bajo el puente.

Sometimes

A veces creo que la vida es demasiado corta y que necesitamos otra para entender lo que realmente importa. 
Otras quisiera estar más cerca del infierno; Si la gente es fría, la vida es un invierno eterno

No digas nada

La gente habla, corre, causa estrés y decepciones; Pero también los hay que son hogueras donde calentarse por las noches.
Para que exista una sombra, debe haber un obstáculo, pero también una luz. Todo es cuestión de buscar el ángulo.
La botella no está ni medio vacía, ni me dio llena. Está por la mitad, que lo interpreten como quieran.

Hágase en nosotros vuestra voluntad

Duele pensar en quiénes, 
de viva voz, 
desdicen sus gestiones sin dignidad. 
Ciego el afán, 
la cordura es la sinrazón; 
Y asumen decisiones de gravedad.
Duele pensar en limpios de condición. 
Con la ilusión fingida de libertad, 
poniéndole trincheras al corazón, 
que dibujan fronteras de libertad..

No quiero dar, ni puedo pedir perdón

Siempre fuimos tú y yo

Tú has sido la razón de mi sonrisa, has sido mi mejor anochecer, la lúuz de mi días. Me has echo llorar, llorar de amor, de ternura, de pasión, de alegría.
Por ti he enloquecido, y he aprendido a disfrutar de las cosas buenas y malas de la vida.

Una de mis reglas de oro

Nuestro mayor miedo no es que no encajemos. Nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que nos asusta. Empequeñecerse no ayuda al mundo. No hay nada inteligente en encogerse para que otros no se sientan inseguros a tu alrededor. Todos deberíamos brillar como hacen los niños. No es cosa de unos pocos, sino de todos. Y al dejar brillar nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo.

Le ballon rouge

Ahora sustituye el balón por una mujer, un animal, una persona de otra raza, otra religión, otra orientación sexual... y date cuenta de cuán simples somos las personas.
(Éste es un vídeo que estamos trabajando en clase de francés, pero me pareció que tenía un bonito mensaje. Espero que os guste).

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-Coge un plato y tíralo al suelo.
-Ya está.
-¿Se ha roto?
-Si
-Bien, ahora discúlpate.
-Lo siento.
-¿Ha vuelto a estar como  antes?
-No
-¿Lo entiendes ahora?

Es increíble el sufrimiento que estamos dispuestos a aguantar por no tener el valor de marcar nuestro propio destino. Simplemente por el miedo a sentirnos solos  dejamos de querernos a nosotros mismos. Este miedo acaba por envenenarte el alma y te convierte en alguien apagado, triste y viejo, contaminando todo y a todos los que tocas. Duele, sí, pero hay que decidirse a volar de nuevo , y descubrir que tienes la capacidad de sorprenderte a ti mismo.

(Para escuchar la canción, pulsar PAUSE arriba)

Segundos perdidos

Y ahora me doy cuenta de que tal vez, y solo tal vez, hice lo correcto tras equivocarme mil veces.
Me he dado cuenta de que los momentos y las oportunidades pasan, de que no hay que esperar a pensar "¿Qué habría pasado si...?"
Los sentimientos cambian, se desgastan y se esfuman, como agua entre los dedos.
Me alegro de haberte hecho sonreír alguna vez, de haberte conocido y espero haberte regalado algún recuerdo bueno.
Echo de menos tantas cosas...
Parece increíble que tras tanto tiempo juntos, ahora seamos poco más que extraños.
La impotencia me impide respirar cuando pienso en todas esas carcajadas, en esas miradas furtivas, en ésas veces que me hacías temblar con solo mirarme, en las charlas de horas que parecían segundos.
Pero ya no hay marcha atrás y he aprendido la lección. Aprovecha el momento, no tengas miedo.
Sinceramente, gracias.
Enamoradamente, algún día te sacaré de mi corazón, pero no de mi cabeza.
Amigablemente, te hecho de menos.
Despreciablemente, te odio por quererme.

Firmado: Mo chuisle.
(Para escuchar la música, parar la que está sonando arriba, en el PAUSE)

Tranquila mi niña, tranquila que hoy... Hoy voy a regalarte el sol por mis cojones, acostaditos ahí los dos sin pantalones, aguantaremos el calor sin discusiones.Tú sin braguitas, yo sin calzones.

Olor a ti.

Ahora que llega el frío es cuando más te extraño.
Ahora que me meto entre suaves mantas, a disfrutar de mi querido otoño.
Echo de menos tú cálida espalda contra la que me apoyaba en las mañanas de primavera. Tus brazos en los que me refugiaba, y tu pecho en el que lloraba lágrimas invisibles. Aunque no las vieras. ahí estaban.
Pero definitivamente  tus brazos eran mi parte favorita. Capaces de aislarme del mundo, de protegerme de todo...  envolverme en tu abrazo y tu olor era como decirle al dolor y a los miedos "Eh, que si ella no se cuida, ya lo haré yo".

Gracias por cuidarme cuando yo me perdía, cuando no me preocupaba por mi... cuando pasaba mi tiempo pensando en ti.