Sola de nuevo

Inocentemente los tres niños corrían por el pasillo de baldosas negras, cada uno con el pelo al viento y los ojos felices en el juego de la ignorancia.
Por un breve momento, pareció que el tiempo se detenía, el sol desapareció y todo se tiñó de un lila fantasmal.
Alzaron la vista, justo a tiempo de ver cómo una sombra apareció, y se llevó a los dos chicos a alguna parte, lejos, muy lejos, donde ello no podía llegar a verlos.
Ambos se resistieron, pero la sombra fue más rápida que su juventud y los capturó.
La niña no llegó a alcanzarlos nunca.
Pasó horas, tal vez días corriendo, pero no lo consiguió.
El tiempo continuó pasando, cada vez más deprisa, y la realidad se distorsionó hasta el punto de convertirse en un torbellino destructor.
¿Sabes lo que es estar varios minutos bajo el agua? Eso es lo que sentía ella al darse cuenta de que se habían ido, de que nunca volverían, de que de nuevo, esa sombra se lo había llevado todo...