jueves, 19 de abril de 2012

Concurso

(Este es un poema que escribí para un concurso en el que al final no pude participar por falta de tiempo. El poema está inspirado en unos increíbles versos de Antonio Colina. Espero que os gusten, y que al menos alguien pueda llegar a disfrutarlos).



Soñaba con algún día, poder devorar tu cuerpo,
Poder quemarlo junto al mío y no dejar más que cenizas.
Quedé prendado de una mera ilusión, de tu sonrisa engañosa.
El camelo de que tenías por corazón algo más que un témpano de hielo.
Agua que se escurre entre mis dedos como el fuego que alguna vez ardió en mí,
Que se apagó al despertar y encontrarme de nuevo con mi ardua realidad.

Hecho de menos mis claros de bosque plasmados en tus ojos,
Las noches de luna en tu boca, las laderas de suave playa al bajar…
Habría dibujado mapas entre tus lunares aquella noche.
Mas a mi querido bosque le llegó el invierno,
Y el Sol abrasó a la Luna,
Dejándome ver que lo que yo creía un mar, no era más que agua.

Porque a las verdades el tiempo alude o deja marchitar:
Las estaciones pasan, congelando las bellas rosas de la primavera,
Y la noche deja paso al día, cegando los inocentes ojos inexpertos.
Grité tu nombre cada noche, aún sin saberlo.
Recordé los buenos momentos, aún sin haberlos vivido.
Eché de menos tus labios, aún sin haberlos probado.

Sé que no piensas en mi, que no me recuerdas, que no sabes quién soy...
Me dejaste abandonado en mis pensamientos
Que me desgarran poco a poco el corazón.
Lo quemaron poco a poco, consumiéndolo,
Dejándolo escapar por mis pulmones cada vez que pensaba en ti,
Cada vez que me faltaba el aire por no poder respirarte.

Pero quiero que sepas que las cenizas que aún quedan de mi,
Tras las heladas del invierno y las lágrimas derramadas…
Arden por ti.



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No, no tengo las cosas claras, y no quiero tenerlas. Quiero vivir el día a día, e improvisar. Quiero ganar y perder en esta vida, pero sobre todo, quiero disfrutar de cada día como si fuera el último,... el último día de los muchos que me quedan. Me llamo Andrea, y tengo 15 años. Según el momento, puedo ser madura o inmadura, porque no suelo pensar en el futuro. De pequeña bebía café descafeinado porque me sentía mayor, y ahora me encanta, al igual que me gusta saltar en los charcos o cantar en la ducha. Escribo este blog, porque me gusta escribir todo lo que no puedo gritarle al mundo. Espero que lo disfrutéis :)

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