Ni yo misma lo sé.
Creo que con cada error que te perdoné, me abrí una nueva herida en mi coraza.
Y supongo que tu último error te costó caro: Conseguiste romper lo más productivo que había conseguido crear ninguna persona en mi.
Lo pensé en aquella ocasión por primera vez, pero supuse que como las otras veces, se me acabaría pasando... pero por una vez tuve razón.
Y aunque ahora parezca que estamos mejor, en el fondo, para mi es demasiado tarde.
Y creo que me he roto tanto, me ha pisado ya tanta gente, que yo misma he cambiado.
Tú te has acabado dando cuenta, y esa es la causa de que ahora tengas tus dudas, esas que nunca antes habías valorado seriamente.
Creo que con cada error que te perdoné, me abrí una nueva herida en mi coraza.
Y supongo que tu último error te costó caro: Conseguiste romper lo más productivo que había conseguido crear ninguna persona en mi.
Lo pensé en aquella ocasión por primera vez, pero supuse que como las otras veces, se me acabaría pasando... pero por una vez tuve razón.
Y aunque ahora parezca que estamos mejor, en el fondo, para mi es demasiado tarde.
Y creo que me he roto tanto, me ha pisado ya tanta gente, que yo misma he cambiado.
Tú te has acabado dando cuenta, y esa es la causa de que ahora tengas tus dudas, esas que nunca antes habías valorado seriamente.
¿Por qué creo todo eso?
Porque yo no perdono, ni olvido, ni soy afectiva, ni me dejo manejar, ni soy indecisa, ni fácil de olvidar, y sobre todo, nadie nunca rompe mi coraza.
Porque yo no perdono, ni olvido, ni soy afectiva, ni me dejo manejar, ni soy indecisa, ni fácil de olvidar, y sobre todo, nadie nunca rompe mi coraza.
Soy difícil, complicada y lógica a la vez, ilusionista e imaginativa, madura e inmadura.
No odio, no amo, no siento. Soy fría... Poco más que hielo.
No odio, no amo, no siento. Soy fría... Poco más que hielo.
Ahora es cuando llegamos al punto clave de reflexión: ¿En qué mierda me estoy convirtiendo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario